Hay pocas cosas peores que tu pareja no te espere para ver una serie, bueno sí, que vivan en la Antártida.
A continuación voy a explicarles algunas cosas sobre la terapia de pareja. Si lo prefieren pueden dejarme aquí un correo y/o teléfono para así poder hablarles de forma más personal.
Durante el máster de terapia de pareja, nos enseñaron a identificar problemas y cómo abordarlos. Nos repetían que «a veces los resultados de la terapia nos sorprenderán», pero no entendí realmente esto hasta que conocí a David y Cecilia (nombres ficticios para proteger su anonimato).
Eran una pareja que se querían mucho pero que, la casa donde vivían parecía un glaciar, cuando ocurría un problema o había un desacuerdo, no hablaban, se distanciaron y volvían a los días “como si no hubiera pasado nada”. Querían aprender a comunicarse. Como terapeuta novata, me entregué convencida de que podía ayudarles. Unas cuantas sesiones después, todo parecía ir mejor, hasta que anunciaron su decisión de separarse. En ese momento, me pregunté: «¿Qué hice mal? ¿Fallé en algo?». Pensé que la terapia había fracasado, pero pronto entendí que lo que estaba ocurriendo es que habían dejado de estar en la Antártida.
Dejar de estar en un ambiente gélido, a veces significa esto, dar espacio para hablar de lo importante, en este caso, su ruptura fue un acto de sinceridad y conexión con las verdaderas necesidades de cada uno. Se querían mucho pero tenían sueños y expectativas de vida diferentes.
Lo más bonito de todo esto es que, dos años y medio después, me los encontré tomando cervezas por Carnavales. Ambos coincidieron en que, aunque pasaron por un duelo, lograron ser amigos después de la ruptura. David y Cecilia me enseñaron que la belleza de trabajar con parejas no siempre está en mantenerlas unidas a toda costa, sino en darles el espacio para ser libres, siempre desde la ternura y la comprensión. Lo más hermoso de trabajar con parejas no es evitar el dolor, sino acompañarlas a encontrar su propia libertad.
Es muy agotador estar en pareja y querer escribir vuestra historia cuando estas circunstancias están muy presentes en su día a día.
Soy Cintia Brito, una niña que siempre fue creativa, imaginativa y un tanto dramática; una combinación perfecta para ser fan de las comedias románticas. Más allá de Hollywood, hoy sé que las relaciones requieren dedicación y cuidado para mantenerse sanas.
Soy psicóloga, sexóloga y terapeuta de parejas por la Universidad de Nebrija, con formación continua en trauma, a través de enfoques como EMDR e IFS, además de un profundo conocimiento de la teoría del apego y su impacto en nuestros vínculos. Esto me permite ofrecer una terapia integral y personalizada.
Creo firmemente que cada relación tiene su propio ritmo y dinámica, y que todos los vínculos pueden mejorar con la herramienta correcta: la comunicación asertiva, la empatía, la capacidad de negociar y la reconexión sexual. Ya sea que estén atravesando conflictos recurrentes, desafíos en la intimidad o simplemente buscando un espacio para mejorar su conexión, estoy aquí para acompañaros en el proceso.
Me apasiona acompañar a las parejas a redescubrirse, sanar y fortalecer su relación desde un lugar de respeto, comprensión y cercanía.
Pero eso ya lo descubrirán cuando nos conozcamos.
Es normal que uno de los dos tenga más dudas al inicio. Tal vez siente miedo, incertidumbre o simplemente no sabe qué esperar. No se puede obligar a ningún adulto a que vaya a terapia pero al principio basta con que ambos estén dispuestos a participar. Muchas veces, al ver los avances, la motivación crece de forma natural.
El propósito de la terapia no es forzar una relación, sino ayudarles a construir un vínculo más sano y auténtico. Esto puede significar fortalecer su relación y seguir adelante juntos, o darse cuenta de que lo mejor es tomar caminos separados. Lo importante es que ambas decisiones se tomen desde el respeto, la comprensión y la claridad emocional.
Discutir, como tal, no dejarán de hacerlo nunca, y eso está bien. El objetivo no es evitar los desacuerdos, sino aprender a gestionarlos de manera más sana y constructiva. Se trata de expresar necesidades y emociones con claridad y respeto, transformando las bombas de relojería en conversaciones cotidianas.
Sí, uno de los objetivos principales de la terapia es abordar heridas no resueltas del pasado. Estas pueden ser fuente de tensión o desconfianza, pero trabajarlas juntos permite sanar, construir confianza y avanzar hacia una relación más equilibrada. Con las herramientas adecuadas, es posible superar esos obstáculos y fortalecer el vínculo.
Mi compromiso como terapeuta es con ambos de forma equitativa. No tomo partido ni juzgo quién tiene razón o culpa; mi trabajo es facilitar el entendimiento mutuo. Crearé un espacio seguro donde ambos puedan expresarse con libertad, asegurando que sus voces sean escuchadas y respetadas.
La terapia puede revelar que sus objetivos o valores ya no están alineados, y eso también es un avance importante. En ese caso, trabajaremos juntos para procesar esa realidad, tomar decisiones con respeto y cuidado, y cerrar esa etapa de manera saludable. A veces, lo que parece el final es un nuevo comienzo para ambos.
Contamos con la formación y la experiencia necesarias para ofrecer terapia afirmativa LGTBI+ y en no monogamias. Nuestro entorno es sensible, inclusivo y respetuoso, lo que significa que nuestra consulta es un lugar seguro para cualquier persona, sea cual sea tu condición puedes tener la confianza de que recibirás un apoyo comprensivo, libre de juicios y adaptado a tus necesidades específicas.
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