Sí, has leído bien el título; sigue haciéndole caso a tus pensamientos como si fueran verdades absolutas y la ansiedad acabará contigo.
Imagina que estás en casa, cuando de repente aparece un pensamiento: «¿Y si todo sale mal?». Decides darle la bienvenida, le pones una silla, le ofreces un café, y te pones a discutir con ese pensamiento. Poco a poco, llegan otros pensamientos invitados: «No soy suficiente», «¿Y si no soy capaz?», «Seguro que lo hice fatal», y cada vez te los crees más. Ya tienes la fiesta montada. Ahí estás, rodeada de pensamientos susurrándote dudas, miedos y críticas, como si fuesen inquilinos permanentes.
Sin embargo, si lo que realmente quieres es aprender a convivir con la ansiedad, te propongo algo nuevo: aprender a convivir con esos pensamientos sin hacerles caso ciegamente, como si fueran una especie de compañía excéntrica que simplemente pasa a visitarte de vez en cuando.
No se trata de expulsarlos ni de evitarlos; se trata de practicar algo llamado defusión cognitiva o de pensamiento, una técnica propia de la terapia de aceptación y compromiso (ACT) que nos ayuda a observar los pensamientos sin fundirnos con ellos. Porque, al final, no tenemos por qué ser la anfitriona perfecta para todos los pensamientos que pasan por nuestra mente.
¿Qué es la defusión de pensamiento?
La defusión consiste en crear espacio entre nosotras y los pensamientos que nos causan sufrimiento. En lugar de tomarnos cada pensamiento de manera literal, la defusión nos permite ver los pensamientos con mayor distancia, como si fueran nubes en el cielo. Así, en vez de que nos arrastren hacia una tormenta emocional, podemos observarlos y decidir conscientemente cómo reaccionar ante ellos.
¿Cómo se relaciona la ansiedad y la defusión de pensamiento?
A menudo, la ansiedad surge de la creencia de que nuestros pensamientos son verdades absolutas. Cuando nos fusionamos con un pensamiento como «No soy suficiente» o «nadie me quiere», nuestro cuerpo responde con emociones de miedo o angustia muy intensas. La defusión nos ofrece una nueva perspectiva y nos ayuda a dejar de luchar con esos pensamientos. Te dejo aquí una charla TED donde el principal investigador de está técnica, S. Hayes, te lo explicará mejor que yo.
Prueba con esta estrategia de defusión cognitiva para la ansiedad
Prueba a repetir los pensamientos en voz alta hasta que pierda sentido, con voz humorística y divertida. Aunque suene absurdo, este ejercicio nos ayuda a percibir el pensamiento como algo pasajero y sin tanta importancia. Yo me la imagino a menudo con la voz de Sheldon Cooper.

La libertad que viene con la defusión de pensamiento
La defusión cognitiva no busca eliminar pensamientos o emociones incómodas, sino cambiar cómo nos relacionamos con ellos. Nos recuerda que somos más que nuestra mente. Aunque la defusión no elimina la ansiedad de inmediato (ni lo haría ninguna técnica, ya que la ansiedad tiene un papel funcional), sí nos abre la puerta a una vida más tranquila y alineada con lo que realmente valoramos.
Si alguna vez te has sentido abrumada por tus pensamientos, ACT y la defusión pueden ayudarte a ver la ansiedad desde una perspectiva diferente. ¿Te atreves a probar? Pide tu cita aquí.
Un abrazo compasivo.
